Nadie conoce la fórmula para componer una
canción de éxito. La piedra filosofal en el mundo de la música es casi más
codiciada que la verdadera, ya que convertir un disco en oro es algo anhelado
por muchos, pero por pocos conseguido.
Pero si hablamos de fórmulas, en nuestro país hubo una banda que
durante unos años parecía conocer la pócima ultra secreta con la que cocinar
esos ingredientes que hacen que una melodía se te quede incrustada en la sesera
para toda la vida. Imagino que sabéis que hablo de Fórmula V.
¿Alguien llega a la playa buscando el sol y no tararea Eva María?. ¿De verdad que no os
acordáis de Blas – no la ‘pareja’ de Epi, el otro – cuando salís algo
perjudicados de una fiesta?. Y ¿a quién no se le eriza la piel añorando a un
ser querido nada más escuchar los punzantes acordes de clavicordio de Cuéntame?
Pero hoy me apetece fijarme en otras canciones. Sería injusto
llamarlas las perdedoras, pero son algunas que, siendo tan interesantes o más
que los ‘hits’, quedaron escondidas en cada uno de sus discos, editados desde
1968 hasta su pronta disolución, en pleno éxito, en 1975.
Hablo de canciones como la cara B Vuelve a casa, versión del Come
Home de los Dave Clark Five, o
la psicodélica Jenny Artichoke, de
los Kaleidoscope, ambas adaptadas al
castellano por Paco Pastor, voz y
cara conocida de un conjunto - así se les llamaba entonces - formado por
magníficos músicos, como el guitarrista Quino
de la Peña, el bajista Mariano Sanz
- escuchad los bajos de Fórmula, hacedme caso - , el batería Tony Sevilla y el teclista Amador Flores.
Importantes también los inventores de muchos de sus éxitos, la dupla
Armenteros / Nieto, que fueron los Lennon / McCartney del pop español.
Precisamente del segundo es una balada, Solo
sin ti, que merece ser reivindicada. Hasta Pastor hizo sus pinitos como compositor, con canciones como la
sinfónica Recuerdos, en su tercer
disco. Y en ocasiones abordaban el rock más gamberro, casi 'stoniano', con
temas como Ha pasado el tiempo o Corazón solitario.
Pero si una canción me ha dejado boquiabierto en este repaso al
corazón del pop patrio ha sido El hombre
de poligoma, un blues surrealista compuesto para ellos por el humorista
conocido ahora como Pepín Tre, con
quien Paco, tras la ruptura de la banda, formó un reivindicable dúo, de tanta
calidad como poco reconocimiento, llamado Don
Francisco y Jose Luís.
Comencé diciendo que quizás Formula
V poseyeron las claves para el éxito, porque está claro que lo lograron en
muchas ocasiones, pero creo que, hoy por hoy, sigue siendo el secreto mejor
guardado del dios de la música.
No hay comentarios:
Publicar un comentario