Lo conocí con quince años y ya daba vértigo verlo tocar la
guitarra. Se estrenó inoculando funk al 25 de diciembre en Guitarra de Navidad y no ha parado desde entonces, con temas originales
en el fantástico Aires de Mar, demostrando
que coplas y pasodobles casan a la perfección con el jazz en Alcalá Street o sin dejar títere con
cabeza en el séptimo arte, de Morricone
a Williams, en Lights, camera, versión.
Antonio Gómez es almeriense
por los cuatro costados pero cada vez más universal. De técnica exquisita y fraseo
impecable hasta en sus momentos más vertiginosos, le adivinamos ecos de Knopfler, filtrados por Metheny, con un profundo conocimiento
de clásicos como Django, Montgomery o Benson. Pero, a estas
alturas, ya con su propio y genuino estilo.
Nos presenta nuevo disco, un nuevo reto. Tras años de
carrera acumulando un buen número de
composiciones en ternario, se percató de una norma no escrita que impide incluir
más de un tema o dos en cada concierto si van en compás de 3/4, no existiendo
esa cortapisa en el aceptado 4/4. Y se propuso un objetivo matemáticamente
perfecto: agrupar en un mismo trabajo doce temas en esa métrica. Si sois de EGB
– por el resto no pongo la mano en el fuego – os saldrá la multiplicación. Jugando
con patrones rítmicos diferentes consigue que el oyente se deje llevar por la
originalidad de sus composiciones y que, al terminar la escucha de este ‘3x4’, – a la venta el próximo 29 de
noviembre – hayamos olvidado esa teórica uniformidad en la medida.
Encontraremos aires funk en el inicial Two Jack Lake o El mirador
del castillo, baladas mágicas como Trasluz
o Porvenir, divertidos experimentos
rítmicos en ¿Por qué te vals? o Despierto, medios tiempos methenianos muy ‘smooth’ dentro de Vital Alarm y La espera, o aires flamencos en Pa
Jorge. A buen seguro sus dos retoños están detrás de la Nana para un sueño, el bellísimo tema a
piano y guitarra que cierra el disco.
Le acompañan en este rítmico viaje su más antiguo
colaborador, el sólido Joan Massana
al bajo, el ceutí David León,
impecable tras los tambores y el gaditano Juan
Galiardo, magnifico improvisador, en las teclas. Como invitados de lujo, el
bopper granadino Antonio González al
saxo y el maestro Jorge Pardo en la
flauta, en el tema que le rinde homenaje.
En resumen, un trabajo que nos devuelve al Antonio Gómez compositor en su estado más
puro, grabado prácticamente en directo, sin retoques y que nos deja claro que
en el compás de 3/4 hay vida más allá de los valses de Strauss. Vamos, que yo
el próximo Concierto de Año Nuevo lo sustituyo por este disco
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