Un escenario oscuro y desnudo. Solo seis sillas. No
hay atriles. Me gusta siempre observar ese espacio al llegar, el complejo
entramado de cables, micrófonos e instrumentos, con la sensación de que cuanto más
atiborrado lo encuentre mas va a ser la satisfacción final. Nada más lejos, en
este caso.
Sin hacer ruido aparece, seguida de sus músicos, y comienza a entonar Cinco Farolas. La famosa máxima del 'menos es mas' se cumple a la perfección
con Silvia Pérez Cruz.
Hace unos años mi hermana me hizo reparar en esta particular y personal
cantante, catalana de nacimiento pero de raíces en puntos muy distantes de
nuestra geografía. Desde entonces soy incondicional de su voz y su manera de
entender la música, sin fronteras, sin barreras. Comencé a escuchar lo que conseguí
de ella y descubrí su disco En la imaginación
con el gran Javier Colina, o su colaboración
en Voces de Perico Sambeat. Pero aún no había caído rendido a sus encantos
hasta que, gracias a esos conciertos estivales con los que ‘La 2’ obsequia a
los noctámbulos, la vi en la donostiarra Plaza de la Trinidad junto a ese extraordinario
quinteto de cuerdas con el que ha recalado en Almería en el penúltimo concierto
de su gira.
Si te enamora cantando, no es menos su encanto cuando la escuchas hablar. Su naturalidad rayana en lo infantil - dicho esto con admiración – es la de alguien capaz de buscar entre el público a su madre y saludarla feliz en pleno Festival de Jazz de San Sebastián.
Si te enamora cantando, no es menos su encanto cuando la escuchas hablar. Su naturalidad rayana en lo infantil - dicho esto con admiración – es la de alguien capaz de buscar entre el público a su madre y saludarla feliz en pleno Festival de Jazz de San Sebastián.
Después llegó el cine, que ha terminado de catapultarla a lo más alto de
nuestro panorama artístico. Primero su intervención vocal en la Blancanieves de Berger y después Cerca de tu
casa, donde no solo cantó y compuso su banda sonora, sino que fue la actriz
protagonista del reivindicativo film.
Me sabe mal contradecirla pero el pasado sábado no fue la primera vez que
cantó en Almería. En septiembre del año pasado recaló por aquí de manera
informal, atraída por su gran admiración hacia la mítica Sheila Jordan, y no pudo resistirse a subir al escenario de Clasijazz para compartir una canción con
la norteamericana. Ahora se presentaba ya con honores en nuestro escenario más
grande y yo diría que en sexteto, porque su voz se funde de forma perfecta con
las cuerdas rasgadas.
Su espectáculo está pensado como un viaje emocional de
una sencillez abrumadoramente inteligente y sus tonadas son un constante ir y
venir por el orbe. Lo mismo
nos lleva a Venezuela con Tonada de luna
llena, pasa por el Perú de Mechita,
nos enamora en portugués con el fado Extraña
forma de vida o salta al Brasil de Gonzaga con Asa Branca. Experimenta con la jazzística Calaveras nada del argentino Fito
Paez y también surge México en Mañana,
un poema de la catalana Ana Maria Moix,
haciendo un mágico dúo vocal con su violinista Carlos Montfort. Y no podían faltar las habaneras con Veinte años, a solas con su
contrabajista Miquel Angel Cordero.
Momentos álgidos de la noche se producen con su famosa Ai ai ai o la conmovedora No hay
tanto pan, con un único apunte a la reciente actualidad política: ‘Ayer fue un día guay’ comentó, en
referencia a la salida de palacio de cierto presidente.
Como si fuese posible aumentar aún más el nivel emocional, encaró el
final del concierto con un Hallelujah
que debió remover a Cohen y Buckley,
allá donde estén ambos, Estrella de Morente y Habichuela - si, también
puede abordar el flamenco - y la
habanera compuesta por sus padres que da nombre a su último disco, Vestida de nit. El final se lo reservó
para el clásico de Sanchez Ferlosio,
Gallo rojo, gallo negro, una canción
que siempre parece estar de actualidad en este curioso país nuestro.
La cantante refirió una vez algo que Sheila
Jordan señaló a una aspirante a cantante quejosa de una melodía que le había
tocado en suerte: "Las canciones no
son feas, tu las haces feas". Silvia no solo hace hermosa toda la música
que toca, yo creo que hace un poco más bella la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario