martes, 1 de diciembre de 2020

Luces y sombras

 



La reciente desaparición Maradona y la histeria colectiva desatada —sobre todo en su país, donde le idolatraban—, me ha hecho reflexionar y, como siempre, mis pensamientos lo conectan todo con aquello que más me interesa, la música.

En un primer momento me pareció indecente la elevación a los altares de alguien como él, con una trayectoria extra deportiva tan lamentable, pero resulta que en el mundo de las artes también existen ejemplos de personalidades de altos logros profesionales pero vidas no tan ejemplares.

El primero que me viene a la cabeza es Phil Spector, famoso productor y creador del ‘muro de sonido’. Su carácter de matón de barrio, sumado a la acusación y posterior encarcelamiento por el asesinato de su mujer, no ha rebajado un ápice la admiración que se le sigue profesando.

Otro ejemplo poco edificante podría ser Charlie Parker, adorado por todo amante del jazz —yo mismo me incluyo—, cuyas adicciones y problemas con la justicia podrían no ser el mejor ejemplo —no hablo de lo musical— para los jóvenes estudiantes de música improvisada.

En el rock nos encontramos con miles de ejemplos poco edificantes, y a algunos de ellos un servidor los tiene en un pedestal. Quien lea cualquier biografía de Bowie descubrirá, además de al genio, al hombre que durante algunas épocas de su vida solo se alimentó de drogas y leche, y cuyos comportamientos a nivel humano dejaban mucho que desear. Casi lo mismo diría de Elton John, con intentos de suicidio de por medio y una vida de excesos poco virtuosa en sus años de mayor éxito.

Hasta mis idolatrados Beatles —quien me conozca sabrá de mi inquebrantable veneración hacia ellos—, tuvieron sus luces y sus sombras en cuanto al consumo de sustancias y comportamientos personales.

No hay nada como ponerte en la piel de los demás para comprender la enorme pena que invade a los que pierden a alguien que les ha hecho pasar momentos felices. Pensando que a mí se me encogió el corazón la mañana en que supe que Bowie no volvería a componer nada nuevo, entiendo mejor a los que lamentan que «el pelusa» no volverá a marcar ningún gol con la mano.

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