martes, 16 de julio de 2019

Los rockeros también bailan

‘…Los músicos no bailamos, ya habrás oído decir…’, sentenciaba el gran Jorge Drexler en una de sus canciones más deliciosas, Don de fluir. Y posiblemente esa costumbre de quedarse en la barra en lugar de lanzarse a la pista toca más de cerca a los aficionados al rock. 
Porque con bailar no me estoy refiriendo a mover la cabeza compulsivamente durante un concierto de los Maiden, ni a arrejuntarse mientras suena una balada, que ya dijo Dalma que bailar pegados no es bailar. Me refiero a menear el esqueleto con soltura, aires a Tony Manero y siguiendo unos mínimos pasos coreografiados.
Pero en aquella lejana década de los setenta cuando el mundo se lanzó de cabeza a las pistas de baile, no fueron pocas las bandas y artistas de rock que sucumbieron sin el más mínimo pudor. Algo tendría que ver el sustancial aumento de sus cuentas corrientes, pero también es cierto que en esa época muchos de ellos visitaban las discotecas frecuentemente y se rendían con alegría a la danza y al pantalón de pata ancha.
Uno de los primeros en arrojarse a la piscina discotequera fue Bowie, que en el 74 realizó una versión bailona de John I´m only dancing y poco después su Young Americans. Casi a la vez los Eagles coincidían en el mismo estudio de Miami con los Bee Gees y acabaron abriendo su disco homónimo con One of these nights incitando al movimiento y cantando en falsete. 
Pero donde se concentran más ejemplos del bailongueo de los rockeros fue en el año 1979. Y a las pruebas me remito: El pelopincho Rod Stewart preguntaba al mundo Da ya think I´m sexy? dejando noqueados a sus fans de The Faces; Elton John grabó Victim of love y las victimas fuimos los que lo compramos; los progresivos Camel incursionaban en el tecno con un sorprendente Remote Romance y la Electric Light Orchestra publicaba en Discovery algunas de las piezas de disco-music mas perfectas de la historia. Hasta los eternos Kinks coquetearon con la divertidísima (Whish I could fly like) Superman y mi admirado Paul McCartney cerraba la década con uno de sus temas más rítmicos, Goodnight Tonight, que algunos recordareis como sintonía de la Vuelta Ciclista a España del 79.
Pero si hay una banda que presuma de ser la esencia del rock´n´roll son los Stones. Pues a pesar las quejas de Keith Richards también animaron las pistas; primero con Miss you y poco después con Emotional Rescue, con un Jagger desatado y en falsete al más puro estilo ‘Gibb’.
En definitiva, en aquel final de década creo que se podía afirmar que los rockeros también bailaban o, al menos, hicieron bailar a medio mundo. 

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